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miércoles, 8 de diciembre de 2010

El lector y el texto

La habilidad de comunicar en forma eficaz se inicia en la oralidad y se profundiza mediante la ejercitación de la escritura y la lectura; habilidades que se complementan e interrelacionan. La diferencia entre ellas está en su momento de iniciación. Dadas las características de la lectura, esta tiene la posibilidad de comenzar al final de la primera infancia, aproximadamente hacia los cinco años (tal y como dice que inició su faceta de lector  el recién galardonado escritor peruano, Mario Vagas Llosa). La escritura, por el contrario, requiere de cierta maduración motriz e intelectual, evento  que ocurre en edades posteriores. 

¿Y qué tiene que ver todo esto con el lector y el texto? Bien, cuando se escribe, se ha dicho, es necesario tener presente al destinatario del documento, ya que cuando se lee, la decodificación resulta más o menos compleja en función del conocimiento que se tiene de la superestructura textual (forma) utilizada por el emisor. Dicho de manera sencilla, si el que lee está muy familiarizado con un determinado tipo de escrito, su lectura será más veloz y su compresión de la misma será más completa. Por tanto, el texto (si está bien escrito) no sólo será eficiente (en su el uso de los recursos para comunicar) sino que también será eficaz (pues ciertamente logrará su objetivo: transmitir una idea).

De manera tal que texto y lector se encuentran en la "experiencia" del último, mientras más avisado sea el que lee (tenga más experiencia), más posibilidades de entender tendrá. Su conocimiento de temas, estructuras y modismos hará menos complejo este proceso. Es por ello que Umberto Eco reconoce la importancia de la participación activa del lector y señala que el autor escribe, el lector decodifica y completa espacios de significación tomando como base su experiencia. Así autor, texto y lector cierran un ciclo de comunicación donde el que escribe impone estructura, contenido, estrategias discursivas y, el que lee dedica tiempo, esfuerzo físico e intelectual durante su interacción con el texto. Todo este recorrido tiene como resultado, según Petit y Segovia (1999), que el lector "altera" el texto en su recorrido y, a su vez, es "alterado" por éste.

1 comentario:

  1. que interesante es tu blog, me gusta te sigo y te invito a pasar por había un vez, besos con cariño de México.
    chao

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Hola, para mí son importantes tus comentarios en relación con la información publicada en este blog, gracias.