Señala Cassany que "el escribir consiste en construir significados con palabras" (2007:11). Ahora bien, la complejidad se presenta dado que esos significados resultan estar enmarcados en diversidad de formas: cartas, postales, notas, apuntes, informes, ensayos, entre muchas otras más elaboradas y sistemáticas. De manera tal que, esas necesidades comunicativas diversas apuntan también a formas distintas de organizar el mensaje. Aprender a escribir entonces implica dominar algunas técnicas y recursos propios de esta modalidad y, además, conocer las formas específicas del tipo de texto que vamos a redactar. Por lo que, el mismo autor concluye que no se trata de un ejercicio sencillo, sino que, más bien, reviste de gran complejidad, circunstancia que cada quien aborda de manera distinta en función del conocimiento del tema a tratar, la modalidad textual y el dominio de habilidades escriturales que posea.
La escritura se ha erigido como un tema de interés para diversidad de autores y desde múltiples perspectivas: desde lo literario, lo comunicativo, lo pedagógico, lo instrumental...y, como especialmente lo desarrolla el autor antes mencionado, también desde los procesos psicolingüísticos implicados. Entre los distintos enfoques interesa mucho su proceso de adquisición, especialmente con el propósito de aportar información significativa a los docentes quienes tienen en sus manos la tarea de iniciar y conducir este proceso de manera sistemática.
Este espacio pretende dar información de utilidad para quienes ven este proceso desde la docencia, pero también para los que desean fortalecer las habilidades que ya poseen.